lunes, 19 de diciembre de 2011

Ejemplo de kamikaze misionero

Simón es muy travieso y acelerado, caminó a los 9 meses, pero su caminar era más bien un trote maratónico, así que desde chico su mamá ejercitó la aceleración visual al controlar los movimientos de su divino demonio… o querubín del génesis como lo bautizaron las amigas de la abuela.
El nene creció, y entrando en la adolescencia el nivel de creatividad para realizar travesuras también.
Una siesta de verano en la ciudad puede llegar a los 40º a la sombra, pero las ganas de divertirse de Simón superan cualquier temperatura. Es por eso que cuando se le ocurrió tirarle agua fría en la espalda a su tía que recién se levantaba de la siesta, no tuvo en cuenta que al correr se le podía salir una de las ojotas. La risa de su broma se opacaron con las carcajadas de su tía al ver la cara de su despistado sobrino corriendo con una sola ojota y gritando "AYYYY QUEMAA."
Aquí el recuerdo de la siesta de hoy.

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