lunes, 19 de diciembre de 2011

Ejemplo de kamikaze misionero

Simón es muy travieso y acelerado, caminó a los 9 meses, pero su caminar era más bien un trote maratónico, así que desde chico su mamá ejercitó la aceleración visual al controlar los movimientos de su divino demonio… o querubín del génesis como lo bautizaron las amigas de la abuela.
El nene creció, y entrando en la adolescencia el nivel de creatividad para realizar travesuras también.
Una siesta de verano en la ciudad puede llegar a los 40º a la sombra, pero las ganas de divertirse de Simón superan cualquier temperatura. Es por eso que cuando se le ocurrió tirarle agua fría en la espalda a su tía que recién se levantaba de la siesta, no tuvo en cuenta que al correr se le podía salir una de las ojotas. La risa de su broma se opacaron con las carcajadas de su tía al ver la cara de su despistado sobrino corriendo con una sola ojota y gritando "AYYYY QUEMAA."
Aquí el recuerdo de la siesta de hoy.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El abuelo Constantino

Don Constantino tiene la manía de salir a buscar el diario en ojotas, incluyendo en invierno, no dice nada cuando lo vemos con los dedos azules, porque sabe que no lo tendría que hacer.
Cierta vez, su señora harta de calentar agua para la bolsa caliente (aclaro que estaba harta porque se sentía muy dolida en la zona lumbar por haber estado cepillando el piso de la entrada de color marrón... y ella quería convertirlo en blanco, por obra y magia del jabón neutro... no le fue muy bien)le sugirió unas pantuflas para el invierno, para abrigar los deditos al salir a la calle. Don Constantino la miró con dulzura y amablemente le dijo "gracias querida, pero no".
Dnña Elvia no se dió por vencida, pensó que su marido es un caprichoso, así que de mañana se fue a la despensa de la esquina, en el almacén del Polaco, eligió un par de pantuflas y las envolvió en regalo...
Y ésta fue la reacción de su marido... el mañoso.